En Burgos, el 11% de la población, es decir, 39.030 personas, son extranjeras. Este aumento se ha dado desde el año 2000, cuando había solo 2.257. La Pastoral para las Migraciones y la Casa de Acogida de San Vicente de Paúl han sido fundamentales en este proceso. La delegada diocesana, Hilda Vizarro, destaca que la migración ha crecido debido a guerras, violencia y el cambio climático.
La mayoría de los inmigrantes provienen de Europa y América Latina, siendo los rumanos, colombianos y búlgaros los más numerosos. Aunque se percibe un aumento de inmigrantes africanos, su llegada se mantiene estable. La búsqueda de empleo es la principal razón por la que llegan a Burgos.
Sin embargo, la nueva ley de renovación de permisos de residencia ha complicado el proceso. Con dos años de residencia y un contrato de 20 horas, se puede obtener un permiso de trabajo, pero si se deniega, deben empezar de nuevo. Esto provoca que muchos pierdan su empleo estable.
Los sectores donde más trabajan son la hostelería, la industria y la construcción. La población extranjera se concentra en Burgos Capital y otros municipios como Medina de Pomar y Miranda de Ebro. En total, las entidades de la Iglesia atendieron a 9.600 inmigrantes el año pasado. El 28 de septiembre, comenzará el Jubileo de los Migrantes y Misioneros con una concentración en la Plaza Santamaría.


