Con la reciente ampliación del permiso por nacimiento a 19 semanas, muchas familias en Burgos están pidiendo más flexibilidad en la incorporación a las escuelas infantiles. Aunque las guarderías ofrecen un recurso valioso para conciliar la vida laboral y familiar, las jornadas y fechas de inicio plantean problemas para las familias, especialmente aquellas con bebés. Algunos padres cruzaron esta situación cuando, al solicitar una plaza en una escuela infantil, se les informó que su hija de seis meses debía comenzar el 3 de septiembre para no perder su plaza, a pesar de que ambos progenitores aún estaban en permiso por nacimiento.
La madre afectada expresó su preocupación, resaltando que en los primeros meses, los bebés necesitan estar cerca de sus padres. Según la normativa de la Dirección General de Educación, cualquier niño que no se incorpore al curso tras cumplir seis meses perderá su plaza. Esta postura genera tensiones entre la necesidad de las familias y los requisitos administrativos, dejando a muchos padres sin las opciones necesarias para la educación y el cuidado de sus hijos pequeños.
