La bacteria Helicobacter pylori es la principal causante de gastritis y úlceras, y no el estrés, como se creía anteriormente. Descubierta en 1979, su aislamiento valió el Premio Nobel en 2005 a Robin Warren y Barry Marshall, quienes demostraron que se puede tratar con antibióticos. En España, se estima que entre el 40% y el 50% de la población está infectada. Esta bacteria se ha convertido en la infección más común, superando incluso a la caries dental.
Los expertos están continuamente actualizando el conocimiento sobre H. pylori y su tratamiento. Aunque la especie está presente en aproximadamente 3.500 millones de personas a nivel global, el 90% de los infectados no lo sabe. La transmisión depende de las condiciones higiénicas, siendo fecal-oral en áreas menos desarrolladas y oral-oral en países desarrollados.
La detección se realiza mediante pruebas no invasivas como el test de aliento y antígenos en heces. El tratamiento, que puede durar entre 10 y 14 días, incluye antibióticos y omeprazol, pero requiere un buen cumplimiento del paciente. A pesar de la erradicación, es posible reinfectarse si hay un foco cercano de la bacteria. Estudios recientes están investigando las variantes más agresivas de H. pylori, que podrían abrir nuevas oportunidades para tratar el cáncer gástrico.


