El Ayuntamiento de Burgos ha adquirido nuevos autobuses urbanos que cuentan con cinturones retráctiles de seguridad para los espacios reservados a pasajeros en silla de ruedas. Sin embargo, según los pliegos de condiciones de la licitación, estos cinturones se entregarán sin instalar en los vehículos.
Esta medida se ha repetido en las últimas adjudicaciones. El 1 de septiembre se aprobó la compra de cinco nuevos autobuses bajo el mandato del actual equipo de Gobierno, encabezado por Cristina Ayala. El mismo criterio se aplicó en la licitación de 2023, durante el mandato de Daniel de la Rosa, cuando se destinaron 1.800.000 euros a la adquisición de tres autobuses estándar y dos articulados.
Los nuevos vehículos, que llegarán a Burgos en julio de 2026 si se cumplen los plazos previstos, dispondrán de espacio para los cinturones de seguridad, pero estos no estarán instalados de fábrica. Esta decisión contrasta con el Plan Municipal de Accesibilidad y con las demandas de los usuarios de sillas de ruedas, que reclaman mayor seguridad en sus desplazamientos en el transporte público.
El Ayuntamiento no ha detallado los motivos para no instalar los cinturones antes de la entrega de los autobuses. Los colectivos de personas con movilidad reducida han expresado su preocupación por la falta de esta medida de seguridad en los nuevos vehículos municipales.
