La edad media de las personas sin hogar que utilizaron la Unidad de Mínima Exigencia de Cáritas en Burgos durante el último año fue de 38 años. Según David Polo, coordinador del programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Burgos, esta cifra ha disminuido notablemente en los últimos años, especialmente desde la pandemia de la covid-19.
Entre octubre de 2024 y abril de 2025, 24 personas acudieron a este recurso. De ellas, siete eran de nacionalidad española, once procedían de Oriente Medio y países árabes, tres de Latinoamérica, dos de África y una de Europa. Polo destaca que los inmigrantes que llegan y permanecen en situación de calle son cada vez más jóvenes, lo que explica la reducción de la edad media.
Un tercio de los usuarios presentaba consumos activos de sustancias y otro tercio tenía problemas psicológicos o de salud mental, lo que genera situaciones de patología dual. Además, un 25% sufría enfermedades graves como VIH, diabetes o patologías cardiovasculares, y uno de cada cinco tenía una discapacidad reconocida.
Durante el periodo de apertura, el 75% de los usuarios permaneció al menos una semana en la unidad, con una media de uso de 54 días y un total de 1.452 pernoctaciones. Solo dos de los 24 usuarios eran mujeres, ya que Cáritas prioriza su derivación a otros recursos. El presupuesto de la unidad para 2025 es de 18.500 euros, un 3% más que el año anterior.