La Farmacia del Aire de Burgos, ubicada en el Paseo de Fuentecillas, sufrirá un cambio significativo en su actividad. Tras décadas de incertidumbre sobre su futuro, se ha confirmado que el complejo no cerrará, pero dejará de producir medicamentos. La administración del Ministerio de Defensa, liderada por Margarita Robles, ha decidido que las instalaciones, que cuentan con casi 3.000 metros cuadrados, se dedicarán únicamente al almacenaje de fármacos.
Este anuncio se produce tras un periodo de fluctuaciones en su actividad, que se vieron alteradas durante la pandemia, cuando la farmacia se adaptó para fabricar mascarillas. Aunque en 2024 se había prometido la continuación de las actividades de fabricación bajo ciertas condiciones, esos planes han cambiado drásticamente.
Fuentes militares han aclarado que, aunque la infraestructura seguirá operativa, su función de producción será reemplazada por una logística pura. Esto representa un golpe para los trabajadores, ya que la reducción de personal ya había comenzado con la eliminación de una docena de empleos en meses anteriores. Se espera que esta transformación afecte tanto a la economía local como a la capacidad de respuesta del centro ante futuras necesidades de salud pública.
