La plaza del Rey San Fernando, situada a los pies de la Catedral de Burgos, acoge la mayoría de los eventos públicos de la ciudad. Esta ubicación, considerada privilegiada por su valor patrimonial y turístico, ha suscitado preocupación entre diversos colectivos. El Cabildo de la Catedral ha manifestado en varias ocasiones que la celebración frecuente de actos multitudinarios afecta tanto al acceso de turistas como al desarrollo de las actividades litúrgicas.
Algunos eventos, como conciertos o fuegos artificiales, han generado inquietud por el posible daño a elementos sensibles del templo, especialmente las vidrieras. El volumen elevado y la proximidad de ciertas actividades han motivado quejas por parte de los responsables eclesiásticos.
El debate se amplía al considerar el papel de la plaza Mayor, tradicional centro neurálgico de Burgos, que ha quedado relegada en la programación de grandes eventos. Ciudadanos y colectivos locales reclaman una distribución más equilibrada de las actividades para evitar la sobrecarga de la plaza del Rey San Fernando y preservar tanto el entorno de la Catedral como el uso histórico de la plaza Mayor.
Durante celebraciones como la Dance World Cup, la afluencia masiva dificultó el tránsito en la zona. Además, la instalación de carpas y casetas, especialmente en Navidad, ha generado críticas por su impacto visual. Sin embargo, algunas iniciativas, como la instalación artística ‘Evanescent’ del estudio Atelier Sisu, han sido valoradas positivamente por su integración estética en el entorno.


