La Audiencia Provincial ha confirmado el sobreseimiento de la causa contra un vecino de Miranda de Ebro, acusado inicialmente de quebrantamiento de condena por supuestas manipulaciones en la pulsera antimaltrato que portaba. El caso se abrió tras detectarse numerosas incidencias en el sistema de control del dispositivo, que debía garantizar el cumplimiento de una orden de alejamiento.
El artículo 468.3 del Código Penal castiga la inutilización o perturbación de estos dispositivos. Sin embargo, el acusado alegó que las incidencias se debieron a fallos técnicos y no a una manipulación intencionada. Aportó un vídeo demostrando el mal funcionamiento y comunicó los problemas tanto a las Fuerzas de Seguridad del Estado como al tribunal. Además, el centro Cometa, encargado del seguimiento, recibió explicaciones del acusado cada vez que surgía una incidencia.
El Ministerio Fiscal solicitó el sobreseimiento al no encontrar indicios de manipulación dolosa. En su informe, destacó que incluso se pidió un nuevo cargador por insuficiencia de batería. La Audiencia Provincial subrayó que, aunque hubo múltiples incidencias, no existían pruebas de que el acusado actuara con intención de eludir el control. Los informes del centro Cometa reflejaron que las incidencias eran de corta duración y que el acusado se encontraba en localidades distintas a la de la víctima.
La resolución confirma que los fallos podrían deberse a problemas técnicos o falta de mantenimiento, no a una acción deliberada del portador.
