Vecinos y comerciantes de la zona de Bernardas, en Burgos, han presentado quejas al Ayuntamiento por el incremento del ruido y los problemas de convivencia derivados de la apertura de un nuevo local nocturno. El establecimiento, que funcionaba como bar, ha pasado a operar como after, abriendo tras el cierre de los pubs de la plaza, que cierran a las 6 de la mañana.
Los residentes aseguran que el volumen de la música y el bullicio se perciben desde el primer hasta el décimo piso de los edificios cercanos. Han solicitado la intervención de la Policía Local para realizar mediciones de ruido y aumentar la vigilancia, especialmente en las calles Morco, Calzadas y la avenida de la Paz. Además, denuncian la presencia de basura, restos de vasos y botellas, así como micciones y vómitos en portales y comercios.
Entre las principales preocupaciones destacan las peleas, el lanzamiento de objetos y el consumo de drogas en la vía pública, situaciones que, según los vecinos, se producen incluso a plena luz del día y coinciden con la entrada y salida de menores a un colegio cercano. Los afectados han remitido escritos y vídeos al Ayuntamiento para documentar los hechos y exigen respuestas y soluciones.
Solicitan también cambios urbanísticos en la plaza para dificultar la permanencia de grupos en la vía pública y el cumplimiento de la ordenanza que prohíbe el consumo de alcohol en la calle. Los comerciantes afirman que la situación afecta a la limpieza y seguridad de sus negocios.


