Un hostelero de 43 años en Burgos ha sido investigado por vender drogas y almacenar objetos robados en su bar de la calle Santa Clara. Este establecimiento ha sido objeto de numerosas redadas policiales. A pesar de su historial delictivo, el arrendatario continuó suministrando hachís, incluso sin luz eléctrica. Actualmente, se encuentra en situación de inquiokupa, ya que su contrato ha vencido y debe 5.000 euros en rentas impagadas.
El propietario del local ha decidido actuar legalmente. Su abogado presentó una demanda de desahucio el 23 de julio, confiando en que se admita a trámite pronto. La ley obliga al arrendatario a entregar las llaves antes del 1 de septiembre.
El dueño también enfrenta el problema de la mala reputación del bar, que podría dificultar futuros alquileres o ventas. A pesar de las inspecciones del Ayuntamiento, el abogado desmiente que el local haya sido clausurado.
Este año, ha habido varias intervenciones policiales en el bar, incluyendo un altercado violento en mayo y la detención del hostelero en julio, tras encontrar 14 envoltorios de hachís. También se recuperó un vehículo robado en el local.
