El Ayuntamiento de Burgos busca alternativas para gestionar los residuos no reciclables de la ciudad. Hace unos meses, tras la presión de los vecinos, se descartó la construcción de una planta incineradora en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR). Ahora, el concejal de Sanidad y Medio Ambiente, Carlos Niño, ha presentado tres opciones.
La primera opción es continuar llevando los residuos al vertedero de Abajas, que es la práctica actual. Sin embargo, esta alternativa genera reticencias debido a futuras restricciones normativas. Las otras dos opciones son más a largo plazo. Una es trasladar los residuos a una planta de biometanización en Valladolid, opción que otras ciudades también están considerando. La tercera opción sería llevar los residuos a una futura planta incineradora regional, aunque aún no se ha definido su ubicación.
En la última Junta de Gobierno, se aprobó un proyecto para el tratamiento de la fracción orgánica no reciclable en el CTR de Burgos. Se han adjudicado varios contratos, incluyendo uno de 1,1 millones de euros para maquinaria móvil. También se ha certificado un contrato de 41.377,20 euros para preparar el suelo del CTR. Las obras comenzarán este mes y se espera una inversión total de 12,8 millones de euros para completar el equipamiento necesario.
