Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos, está indecisa sobre si acudir a declarar en la comisión de investigación sobre las gastronetas. Esta comisión ha quedado sin el apoyo del PP, cuyos cuatro ediles abandonaron la sesión. Vox y PSOE insisten en que Ayala debe ser llamada a declarar.
La regidora afirma que se siente perseguida por estos partidos y defiende que no hay ninguna ilegalidad en su gestión. Según Ayala, el secretario municipal y el letrado del Ayuntamiento han desmentido las acusaciones del PSOE y Vox.
En la última sesión, el PP argumentó que no ha habido gastronetas en los lugares previstos, por lo que no hay caso que investigar. Ayala califica la comisión de «pantomima» y critica que solo se preocupen por su declaración.
La investigación se centra en la ubicación de gastronetas en eventos y la posible influencia de un extrabajador del PP, Francisco Salvador, quien dimitió en julio. Ayala también condena los insultos dirigidos a la presidenta de la comisión, Yolanda Barriuso, por parte de los socialistas, calificando su comportamiento de «impresentable».




