La asociación de autoayuda Abaj, con sede en un local cedido por Cruz Roja en Burgos, cumple 37 años como referente en la recuperación de personas con adicción al juego. A lo largo de estas décadas, cientos de afectados han acudido a la entidad, acompañados en muchos casos por sus familias, buscando apoyo para superar una adicción que afecta tanto a nivel emocional como material.
David Burgos, profesional al frente de la asociación, ha sido reconocido por muchos exjugadores por su implicación y dedicación. Recientemente, Burgos se ha doctorado cum laude en la Universidad de Burgos con una tesis sobre personalidad y emociones en el trastorno del juego patológico y otras adicciones.
Pedro Vivanco, de 66 años, es uno de los testimonios de recuperación. Llegó a Abaj hace tres años, inicialmente reticente, y hoy colabora activamente en charlas y actividades de la asociación. Vivanco relata cómo el juego marcó su vida durante décadas, hasta que, con el apoyo de su familia y la asociación, logró dejar la adicción.
Según la investigación de Burgos, los rasgos más frecuentes en personas con ludopatía son la impulsividad, baja tolerancia al aburrimiento y frustración, y falta de control emocional. La competitividad es más común en hombres y la huida de los problemas, en mujeres.
Coincidiendo con el Día Nacional sin Juego de Azar, el 29 de octubre, la Junta de Castilla y León organiza el Congreso de Juego de Castilla y León, lo que ha generado críticas entre asociaciones de afectados por la coincidencia de fechas.


