El bar Blanco y Negro, situado en la calle Santa Clara, ha sido cerrado por la Junta de Castilla y León. Esta decisión llega tras años de quejas vecinales por ruidos, peleas y consumo de sustancias. La Policía Local y Nacional acudió en numerosas ocasiones al local por altercados.
La clausura se debe a una investigación por delitos contra el patrimonio. Durante una inspección en mayo, se encontraron objetos robados en el establecimiento. La Policía Nacional arrestó al propietario, quien enfrenta cargos por receptación.
La Junta ha prohibido que el bar sea alquilado durante dos años. Esta sanción se basa en la responsabilidad del dueño por lo que ocurría en su local. Los vecinos de la zona sur celebran el cierre, ya que el bar había sido un foco de problemas durante años.
Aunque en el pasado hubo cierres temporales, esta vez parece que el Blanco y Negro no volverá a abrir. La comunidad espera que esta decisión mejore la seguridad y la convivencia en el barrio.


