La ampliación de frecuencias del tren de alta velocidad (AVE) entre Burgos y Madrid dependerá de que la demanda supere la oferta actual. Así lo han comunicado representantes del Gobierno y de Renfe a la Asociación de Usuarios de Burgos, tras una reunión celebrada en mayo con el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente.
Los usuarios reclamaban un tren madrugador y un servicio de regreso posterior a las 20:00 horas, ya que el último tren parte a las 19:53 horas. Sin embargo, la respuesta oficial recuerda que estos servicios no reciben aportación pública y deben ser sostenibles económicamente. El Gobierno señala que Renfe monitoriza diariamente la demanda y solo revisará la oferta si detecta que la ocupación supera la capacidad disponible.
Entre 2019 y 2024, el número de viajeros en la estación Rosa Manzano de Burgos creció un 73%, en gran parte por el impacto del AVE. A pesar de que trenes como el de las 6:40 horas a Madrid suelen registrar ocupación completa, la planificación estatal no contempla, por ahora, ampliar frecuencias ni modificar horarios.
El Gobierno ha reiterado en el Congreso, en respuesta a preguntas del Partido Popular (PP), que la intervención estatal en este asunto es limitada. Los usuarios permanecen a la espera de conocer la alternativa que se planteará a partir del 1 de enero respecto a las actuales bonificaciones del AVE.
