El Ayuntamiento de Burgos muestra una escasa transparencia hacia sus ciudadanos. Su página web es obsoleta y complicada de usar. La sección de transparencia ni siquiera aparece en la portada.
Buscar información básica requiere navegar por múltiples secciones. Por ejemplo, en el área de distritos, no se pueden encontrar actas de reuniones ni detalles sobre las Juntas de Distrito. Además, no hay información sobre cómo presentar sugerencias.
Las ordenanzas se someten a información pública, pero solo hay tres consultas antiguas en la sección de «audiencias públicas». Esto indica una falta de interés por parte del Ayuntamiento en que los ciudadanos participen en el proceso.
Desde 2019, no se ha publicado la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento. Tampoco se encuentran los contratos de patrocinio con equipos deportivos ni los convenios con entidades. Esta información está disponible en otros ayuntamientos, que comprenden que es un derecho de los ciudadanos.
En Burgos, parece que cualquier intento de acceder a información se considera un ataque a los funcionarios. Esto crea una cultura de secretismo que aleja a los ciudadanos de la gestión pública.



