El acceso a la vivienda sigue siendo un reto para muchas personas en España, especialmente para los colectivos más vulnerables. Entidades sociales alertan de que el alquiler de una habitación puede alcanzar entre 400 y 600 euros, con requisitos difíciles de cumplir para muchos inquilinos. Esta situación afecta a jóvenes como Laura Vargas, de 19 años, que tuvo que abandonar la habitación que compartía con su madre en Burgos porque el propietario no permitía bebés.
Laura, originaria de Quindío (Colombia), llegó a Burgos en julio de 2025 tras quedarse embarazada y buscar el apoyo de su madre. Gracias a Cáritas, ha encontrado alojamiento en uno de los pisos tutelados del proyecto Ain Karem, destinados a mujeres gestantes o con hijos menores y en grave dificultad social. Este programa, con más de 20 años de trayectoria, ha atendido en 2025 a nueve mujeres, dos de ellas embarazadas, y ocho menores en sus viviendas. Además, de forma ambulatoria, han acompañado a 169 personas y han asistido 15 nacimientos.
El equipo de Ain Karem cuenta con 18 voluntarias, muchas de ellas enfermeras o matronas jubiladas, que ofrecen apoyo y acompañamiento tanto en el embarazo como en el cuidado de los menores. La atención ambulatoria se dirige a quienes no necesitan alojamiento pero se encuentran en situación vulnerable, proporcionando ayuda en alimentación y otros apoyos según las necesidades.

