La Fiscalía de Burgos ha alertado en su memoria anual sobre la falta de centros y recursos especializados para la protección de menores, especialmente para aquellos con problemas de conducta. Según el informe, la jurisdicción de menores se mantuvo en cifras similares a años anteriores, aunque los delitos sexuales continúan en aumento, sin alcanzar el repunte de ejercicios previos.
Las agresiones de adolescentes a progenitores experimentaron un ligero descenso, pero la Fiscalía sigue considerando este fenómeno como relevante. La fiscal delegada en Burgos ha destacado que, aunque los procedimientos por violencia intrafamiliar descendieron el pasado año, se ha registrado un incremento de denuncias por parte de padres cuyos hijos tienen menos de 14 años, edad a partir de la cual se puede imputar un delito.
La Fiscalía señala que estos casos suelen llegar cuando la relación familiar está muy deteriorada y se han agotado las intervenciones de los Servicios Sociales. En la mayoría de los casos, se adoptan medidas como la convivencia en grupo educativo o la libertad vigilada, especialmente tras acuerdos en los que los menores reconocen los hechos y aceptan las consecuencias.
La memoria subraya la inexistencia de recursos especializados, sobre todo centros, que permitan intervenir antes de que los casos lleguen a la vía penal. La Fiscalía insiste en la necesidad de reforzar la red de protección para menores en Burgos.


