El verano de 2025 ha llegado a su fin en Burgos, marcando un periodo atípico en cuanto a temperaturas. Aunque fue más caluroso que el verano de 2024, julio se destacó por ser más fresco de lo habitual. La provincia experimentó momentos de intenso calor, especialmente en la mitad norte, donde se registraron algunas de las temperaturas más altas de la comunidad.
A nivel nacional, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) considera que este verano ha sido uno de los más cálidos de la historia. En Burgos, se vivieron episodios de calor extremo a finales de junio y principios de agosto, aunque también hubo días con temperaturas por debajo de la media.
Un dato relevante es la fuerte lluvia en Arauzo de Miel el 4 de julio, donde cayeron 69,3 litros por metro cuadrado, un récord para ese mes. Además, se registró un aumento en los días de tormenta en junio y julio. Sin embargo, la precipitación total del verano fue inferior a la media histórica, debido a la escasez de lluvias en agosto.
El cambio en las temperaturas ha sido notable, especialmente al comparar junio y septiembre. En algunas áreas, como la ribera del Duero, el verano fue más frío que el año anterior.




