El andamio situado en la confluencia de las calles La Moneda y Almirante Bonifaz, en el centro de Burgos, permanece instalado desde el año 2000. La licencia para la obra fue solicitada entonces por el empresario Míchel Méndez Pozo. En 2007, el Ayuntamiento de Burgos inició un procedimiento para declarar la nulidad de la licencia, pero este proceso se detuvo tras la solicitud de prórroga presentada por la empresa promotora.
A lo largo de los años, la titularidad de la obra ha pasado por varias empresas, entre ellas Clunia, Río Vena, Primera Forma y la actual Proinverbur. Sin embargo, la vinculación de Méndez Pozo con estas sociedades se ha mantenido en todo momento.
La ocupación del espacio público por el andamio ha generado quejas vecinales y denuncias por problemas de salubridad en la zona. Diversos colectivos han solicitado al Ayuntamiento que actúe para resolver la situación. Hasta la fecha, no se han producido avances significativos por parte del Consistorio, que mantiene la autorización para la ocupación del suelo público.
El andamio, ubicado en pleno centro histórico, continúa afectando a la movilidad y el entorno urbano de la zona. El Ayuntamiento de Burgos no ha anunciado nuevas medidas para resolver este asunto.
