El Ayuntamiento de Burgos ha iniciado un proceso de renovación del parque móvil de la Policía Local con la licitación de un contrato valorado en 376.040 euros, sin IVA. El objetivo es dotar al cuerpo municipal de vehículos más sostenibles y adaptados a las necesidades de sus diferentes unidades especializadas.
El contrato contempla la adquisición de cuatro furgonetas, dos turismos y seis motocicletas, repartidos en seis lotes. Una de las furgonetas, destinada a la Unidad de Atestados, será 100% eléctrica y deberá contar con una autonomía mínima de 250 kilómetros, cristales antivandálicos y equipamiento específico para la labor policial. Otra furgoneta eléctrica se asignará a la Unidad de Reconstrucción de Accidentes y una tercera, a la Unidad Canina. Esta última deberá estar equipada con compartimentos para transportar drones, cámaras y trípodes.
Los dos turismos, también eléctricos, se destinarán a la sección de distritos y podrán transformarse en oficinas móviles, además de contar con protección antivandálica. Cuatro de las seis motocicletas serán para esta misma sección, mientras que las otras dos, preparadas para enduro, se utilizarán en la Unidad de Medio Ambiente.
El plazo de ejecución y adquisición de los vehículos es de nueve meses. El proceso de presentación de ofertas ya está abierto y se prevé que la Policía Local disponga de los nuevos vehículos a lo largo del próximo año. Además, el Ayuntamiento planea adquirir una pistola táser adicional, cámaras asociadas y dos nuevos radares para la ciudad.




