Un tribunal militar ha condenado a un teniente retirado a cuatro meses de prisión por abusar sexualmente de una soldado durante su servicio en el Cuartel General de Fuerzas Pesadas en 2010. Este fallo ha surgido tras un acuerdo entre las partes, ya que la Fiscalía solicitaba inicialmente tres años y medio de cárcel, mientras que la acusación particular pedía seis años. Finalmente, el acusado enfrentará una breve estancia en prisión por un delito de «abuso de autoridad en la modalidad de trato degradante», aunque la sentencia no menciona explícitamente el aspecto sexual de los actos delictivos.
El exteniente, I.R.A., ejercía como superior de la víctima y la llamaba frecuentemente a su despacho, donde mantuvieron encuentros privados. Durante estos encuentros, él usaba comentarios de carácter sexual y, en una ocasión, intentó besarla y realizar tocamientos inapropiados. La soldado no denunció los hechos por miedo a no ser creída, a pesar de que sus compañeros notaron un cambio en su comportamiento al salir del despacho. Esta condena pone de manifiesto un caso de abuso de poder y la importancia de visibilizar estas situaciones en entornos laborales.
