El mercado inmobiliario en Burgos enfrenta una crisis de disponibilidad, con una drástica disminución del stock de vivienda. Según un informe de Idealista, la oferta de viviendas en la provincia ha caído un 48% desde diciembre de 2019, cuando había el doble de pisos disponibles comparado con la actualidad. En la capital, el desplome ha sido aún mayor, alcanzando un 63% desde los máximos históricos de diciembre de 2017. Actualmente, hay poco más de 850 viviendas a la venta en Burgos, cuando antes esa cifra se acercaba a los 2,000.
La razón detrás de esta escasez radica en un incremento de la demanda, alimentada por un contexto económico favorable y condiciones accesibles para la obtención de crédito. A esto se suma la falta de nuevas construcciones debido a los efectos colaterales del estallido de la burbuja inmobiliaria en años anteriores. Factores como el crecimiento poblacional y la intervención de fondos de inversión también influyen en esta situación. Como resultado, los precios de la vivienda están aumentando y las propiedades atractivas se están vendiendo rápidamente. Este fenómeno no es exclusivo de Burgos, otras ciudades como Valencia y La Coruña también enfrentan problemas similares en el mercado de la vivienda.

