En los primeros seis meses de 2025, Burgos ha experimentado un alarmante aumento en la siniestralidad laboral, registrando 12 accidentes mortales. Sin embargo, solo 10 de estos se contabilizarán localmente, ya que dos se produjeron en empresas de otras provincias. La Oficina Territorial de Trabajo de la Junta de Castilla y León se encuentra en una crítica situación, con apenas dos técnicos operativos y cuatro vacantes. Los sindicatos han alertado que esta escasez de personal es «vital» para abordar de manera efectiva la seguridad laboral en una provincia con alta actividad económica. Los técnicos disponibles se ven obligados a atender emergencias, gestionar planes de retirada de amianto y responder a inspecciones, lo que limita su capacidad de prevención y formación.
Rubén Vicario, representante de CCOO, enfatiza la importancia de investigar los accidentes ocurridos, especialmente tras la alarmante tasa de muertes por infartos, que han dejado a seis trabajadores fallecidos. Estos incidentes resaltan la necesidad de prevenir crisis cardiovasculares en el entorno laboral. Las estadísticas del Ministerio de Trabajo reflejan que, hasta mayo, hubo 13 accidentes graves y 2,183 de pronóstico leve, evidenciando un panorama preocupante en la seguridad laboral en Burgos.




