Este jueves, alumnos, familias y profesores de la Escuela Municipal de Música de Burgos se manifestaron para exigir al Equipo de Gobierno, liderado por Cristina Ayala, una pronta solución sobre la gestión del nuevo contrato del centro. Los afectados han acumulado semanas de incertidumbre, no solo ellos, sino también los 25 profesores y el personal administrativo, quienes temen por la estabilidad de sus puestos de trabajo.
Durante la protesta, se subrayó la importancia de la enseñanza musical, especialmente en el contexto de la candidatura de Burgos a la Capitalidad Europea de la Cultura. A través de su movilización, los participantes destacaron el impacto negativo que ha tenido la mala gestión del contrato de la escuela. Este contrato, firmado en 2020, estaba previsto para finalizar en septiembre de 2025, pero el equipo de gobierno no inició su redacción hasta hace poco. Atribuyeron el retraso a un cambio en el convenio colectivo, aunque la falta de acción por parte de los diferentes gobiernos municipales, desde Vox hasta el actual PP, ha sido evidente. La situación se complicó cuando el concesionario se negó a continuar sin un nuevo contrato.
