La asociación Andando Burgos ha señalado problemas tras la instalación del pavimento podotáctil en zonas singulares de la ciudad. Este pavimento está diseñado para ayudar a las personas invidentes a moverse con seguridad. Sin embargo, algunas terrazas de establecimientos hosteleros se han colocado sobre este pavimento.
El Ayuntamiento de Burgos instaló el pavimento para facilitar la colocación de terrazas adosadas a las fachadas. No obstante, muchas de estas terrazas aún no tienen la autorización correspondiente. Sin la tramitación adecuada, no se pueden invadir las áreas del pavimento podotáctil.
Además, debe haber un espacio libre de 1,80 metros para el tránsito peatonal, sumando 40 centímetros del pavimento. En algunas calles, como el inicio de San Lorenzo, la anchura de la vía dificulta cumplir con esta normativa. Esto genera un riesgo para la movilidad de las personas invidentes. Andando Burgos pide una mayor concienciación sobre el uso correcto de este pavimento.




