La Unidad de Mínima Exigencia de Cáritas en Burgos, gestionada en convenio con el Ayuntamiento, ha presentado el balance de su campaña de invierno, comprendida entre noviembre y abril. Durante este periodo, el dispositivo registró 1.452 pernoctaciones y atendió a 24 personas, de las cuales 22 eran hombres y 2 mujeres, con una media de edad de 38 años.
El centro, que dispone de 8 plazas en literas, ofreció una atención continuada: cada usuario permaneció una media de 54 noches y el 75% hizo un uso intenso del recurso, superando la semana de estancia. Entre las problemáticas más frecuentes destacan los consumos activos o policonsumos (33,3%), enfermedades físicas graves (25%) y patología dual. Además, el 20,8% de los usuarios tenía una discapacidad reconocida.
El equipo de la Unidad está formado por tres voluntarios, dos conserjes y un coordinador, y colabora con la casa de acogida San Vicente de Paúl para comidas y acompañamiento diurno. La financiación municipal asciende a 18.500 euros, con un incremento del 3% respecto al año anterior. Durante la campaña se realizaron 12 derivaciones externas y 5 acompañamientos sociosanitarios en coordinación con Servicios Sociales y Proyecto Hombre.
Cáritas advierte de la necesidad de ampliar plazas residenciales y recursos psicosociales, así como de mejorar la atención diurna y sanitaria especializada. La entidad destaca el aumento de jóvenes y personas migrantes entre los usuarios y reclama reforzar la inversión y la coordinación institucional para facilitar la inclusión social.


