Usuarios del transporte urbano de Burgos han trasladado al Ayuntamiento sus quejas por la falta de cinturones de seguridad para sillas de ruedas en los autobuses más recientes. Según estas reclamaciones, los nuevos vehículos incorporados a la flota desde 2018 no disponen de estos sistemas, a pesar de que el Plan Municipal de Accesibilidad recoge su existencia en la parte central de los autobuses.
El coste estimado de instalar dos cinturones por autobús es de 250 euros. Burgos cuenta con 73 autobuses, lo que supondría una inversión de 36.500 euros solo en materiales. A esta cifra habría que añadir la mano de obra, que variaría según si la instalación la realiza el personal de mantenimiento propio o se externaliza. La implantación podría realizarse de forma progresiva.
La normativa vigente no prohíbe la instalación de estos cinturones, y otras ciudades ya los han incorporado en sus vehículos. Sin embargo, la respuesta habitual del Ayuntamiento es que la ley no obliga a su instalación, por lo que se opta por barras laterales como medida de seguridad.
El Plan Municipal de Accesibilidad, aunque no es vinculante legalmente, establece la presencia de cinturones para sillas de ruedas en los autobuses urbanos. Los usuarios insisten en que la medida mejoraría la seguridad y accesibilidad del transporte público para personas con movilidad reducida.
