La nueva campaña municipal de bonos al consumo en Burgos, iniciada el 19 de octubre de 2023 y vigente hasta el 10 de diciembre, permite el uso de estos descuentos en restaurantes, peluquerías, bares y joyerías, pero excluye a las tiendas delicatessen. Esta exclusión afecta a los comercios encuadrados en el epígrafe 647.1 del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), correspondiente a la venta al por menor de productos alimenticios y bebidas en establecimientos con vendedor.
Los responsables de las delicatessen, como Leopoldo Roldán de Delicias de Burgos, han manifestado su malestar ante el Ayuntamiento de Burgos. Consideran que su actividad no se dirige a la compra diaria, sino a un público que busca productos selectos para ocasiones especiales. Critican que la clasificación fiscal vigente desde hace más de 40 años les equipara a otros comercios de alimentación, impidiéndoles beneficiarse de la campaña.
La campaña sí incluye a establecimientos con los epígrafes fiscales 65 (productos industriales no alimenticios), 967.1 (instalaciones deportivas), 971 (lavanderías y tintorerías), 972 (peluquerías y belleza), 973 (servicios fotográficos y fotocopias) y 975 (enmarcación). Quedan excluidos también farmacias, comercios de vehículos, maquinaria, combustibles y máquinas automáticas sin operador. Los empresarios de delicatessen reclaman una revisión de los criterios para futuras campañas.



