La industria de la automoción en Burgos sigue activa, a pesar de la crisis que afecta al sector en Europa y a nivel mundial. Los sindicatos expresan su preocupación, no solo por posibles despidos, sino por las dificultades para negociar mejoras salariales. Los empresarios piden cambios en la regulación europea para poder fabricar coches eléctricos competitivos.
Se anticipa la posibilidad de activar un expediente de regulación temporal (ERTE) a finales de año, un recurso común en los últimos años. Esto se debe a la caída en la producción de vehículos eléctricos, cuyas ventas no cumplen las expectativas. Grandes fabricantes como Stellantis han anunciado paros en sus fábricas hasta fin de año debido a la baja demanda.
Los sindicatos han notado una desaceleración en la contratación en la industria auxiliar. Sin embargo, Benteler ha cerrado un acuerdo de tres años con un aumento salarial del 18%. Otras empresas, como Lear y Bridgestone, continúan invirtiendo en Burgos. Además, muchas industrias locales se benefician de fondos europeos para proyectos relacionados con el coche eléctrico, aunque hay incertidumbre sobre su implementación.



