Los vecinos de Río Vena en Burgos están cansados de vivir en un barrio descuidado. Las aceras están desniveladas y los charcos dificultan el paso. Cada día, deben esquivar peligros como ramas que invaden las calles y suelos resbaladizos. La situación es tan crítica que muchos han comenzado a pagar de su bolsillo a una empresa para fumigar contra las cucarachas.
Mari Carmen, una vecina, relata que ha encontrado insectos en su casa. Otros residentes también se quejan de la falta de respuesta del Ayuntamiento. Promesas de mejoras se repiten, pero nunca se cumplen. La poda de árboles lleva años sin atenderse.
El barrio no solo presenta problemas de infraestructura, sino también de limpieza. Los jardines están llenos de basura, y la falta de papeleras agrava la situación. Los vecinos piden soluciones sencillas, como aceras transitables y limpieza adecuada.
La paciencia se agota. Jesús Molleda, presidente de la comunidad, sugiere dejar de pagar el IBI para llamar la atención del Consistorio. Los residentes no quieren ser ignorados más tiempo. Exigen que se escuchen sus voces y que se tomen medidas para mejorar su calidad de vida.
