La Archidiócesis de Burgos ha experimentado una notable reducción en la celebración de sacramentos y en el número de agentes pastorales durante la última década. Según las memorias diocesanas publicadas en archiburgos.es, entre 2015 y 2024 los bautismos han caído un 49%, pasando de 1.896 a 969. Las primeras comuniones descendieron un 35%, de 2.042 a 1.330, y las confirmaciones bajaron un 32%, de 1.425 a 964.
El matrimonio canónico también refleja una tendencia similar. En 2015 se celebraron 468 bodas religiosas, mientras que en 2024 la cifra fue de 251, lo que supone casi la mitad. La pandemia de 2020 intensificó la caída, aunque la tendencia descendente ya se observaba desde años anteriores. En 2020, las bodas no alcanzaron el centenar y los bautizos y confirmaciones rondaron los 600.
El descenso en las celebraciones religiosas supera al de la natalidad. Según el Instituto Nacional de Estadística y la Junta de Castilla y León (JCYL), los nacimientos en la provincia pasaron de 2.760 en 2015 a 1.989 en 2024, una bajada del 28%, frente al 49% de los bautismos. En matrimonios civiles y religiosos, la caída total fue del 13%, pero los enlaces católicos descendieron un 40%.
La estructura pastoral también se resiente. El número de sacerdotes pasó de 401 a 327 y los catequistas de 1.270 a 668. El número total de religiosos bajó de mil por primera vez en 2024, mientras que los misioneros se mantienen estables.


