Más de 3.500 personas participaron el pasado domingo en una manifestación en el centro de Burgos. Los asistentes reclamaron una sanidad pública “cien por cien” y expresaron su malestar con la Junta de Castilla y León (JCYL).
La protesta fue convocada por la Plataforma por la Sanidad. Su portavoz, Juan Antonio Ayllón, denunció una “inclinación de la Junta hacia la privatización de la medicina”. Según Ayllón, la política de la JCYL de aumentar las listas de espera y los tiempos para la primera consulta del médico de familia supone “una tendencia clara hacia la privatización”.
Durante la marcha, los manifestantes corearon lemas como “Privatización rima con corrupción” y “Defendamos la sanidad pública, paremos su destrucción”. La plataforma organizadora alertó de que los cambios en el sistema sanitario buscan avanzar hacia un modelo “mercantilizado y desigual”, en el que la salud se convierta en un “bien de consumo”.
La manifestación recorrió varias calles del centro de la ciudad. Los organizadores insistieron en la necesidad de mantener un modelo público y equitativo de atención médica. La protesta concluyó con la lectura de un manifiesto en defensa de la sanidad pública y contra la privatización de los servicios sanitarios en Castilla y León.


