Las obras de urbanización del sector V-2 de Gran Villímar, en Burgos, se han reanudado tras 17 años de paralización. El proyecto, iniciado antes de la crisis inmobiliaria de 2008, contemplaba la construcción de 1.400 viviendas, zonas comerciales, deportivas, paseos y carril bici. Sin embargo, la quiebra de las empresas promotoras y el estallido de la burbuja inmobiliaria dejaron la zona sin urbanizar y expuesta al abandono y vandalismo.
Durante este periodo, los terrenos pasaron a ser propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). El Ayuntamiento de Burgos reclamó en varias ocasiones el vallado del área para evitar riesgos, especialmente por la presencia de pozos abiertos tras el robo de arquetas. Hace un año se valló finalmente el entorno y el área de Urbanismo aprobó el proyecto para completar la urbanización.
Las obras han comenzado recientemente con la retirada de maleza cerca del puente que une el nuevo y el viejo Villímar. La Junta de Compensación, presidida por un representante de la Sareb y formada por los propietarios de los terrenos, asume el coste de la actuación. El objetivo es preparar el sector para la futura construcción de viviendas, aunque aún no hay fecha prevista para el inicio de las edificaciones.
Las asociaciones vecinales de Villímar y San Cristóbal han reclamado durante años una solución ante el deterioro y los riesgos de la zona, que ahora comienza a cambiar con la reactivación de las obras.


