El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, ha respondido a la alarma social tras la aparición de una rata en un local de hostelería. Niega que haya una plaga de roedores en Burgos. Reconoce que se han recibido más de cien quejas, pero muchas son repetitivas o relacionadas con edificios en ruina o abandonados. Niño pide a la población que no se alarme.
Aclaró que la competencia del Ayuntamiento se limita al alcantarillado y las redes públicas. En locales privados o comunidades de vecinos, los propietarios son los responsables. «Intentamos ayudar, pero deben contratar a una empresa especializada», afirmó.
Desde el área de Medio Ambiente se contacta con los dueños de los edificios en mal estado. Aunque este proceso puede ser largo, se les insta a mantener y sanear sus propiedades. La brigada de control de plagas se encarga de verificar la efectividad de los tratamientos, pero solo puede actuar en el alcantarillado. Niño subrayó que no pueden realizar tratamientos en la vía pública.
