La Unión Europea (UE) ha incluido la construcción de la línea de alta velocidad (AVE) entre Burgos y Vitoria como uno de los proyectos prioritarios para completar las conexiones ferroviarias transfronterizas antes de 2040. El tramo, que afecta a la estación Rosa Manzano dentro del Corredor Atlántico, debe estar operativo en 2035, según los plazos marcados por la Comisión Europea.
Bruselas considera esencial que los 96 kilómetros pendientes entre la variante de Burgos y la entrada a Vitoria estén en servicio para garantizar la conexión entre Lisboa, Madrid y París. Este enlace permitirá que los trayectos entre las capitales de Portugal y Francia se realicen con paso por Madrid en los plazos previstos.
La Comisión Europea elaborará en los próximos meses una estrategia de financiación específica, respaldada por un diálogo estratégico con los Estados miembros, la industria y los agentes financieros. Este proceso culminará en un Acuerdo Ferroviario de Alta Velocidad, cuyo objetivo es movilizar las inversiones necesarias para los proyectos prioritarios de la red transeuropea de transporte (TEN-T).
La presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, anunció en julio que la entidad estudia participar en la financiación del AVE a Vitoria con un préstamo de 1.250 millones de euros. Además, la UE prevé medidas para mejorar la competencia, facilitar la entrada de nuevos operadores y optimizar la venta de billetes y reservas ferroviarias transfronterizas, así como superar barreras técnicas en la alta velocidad europea.



