La Iglesia de Burgos busca frenar la caída de donativos particulares

La Archidiócesis de Burgos implementará nuevas estrategias para visibilizar su labor social y revertir el descenso de donativos de fieles.

La Archidiócesis de Burgos ha anunciado la puesta en marcha de un programa piloto en ocho parroquias para visibilizar su labor social y tratar de revertir la leve caída de donativos particulares. La ecónoma diocesana, María de la O Rilova, ha señalado la necesidad de encontrar nuevas formas de comunicación para mostrar el impacto real de las aportaciones de los fieles.

En 2024, el presupuesto anual de la diócesis superó los 48 millones de euros, con un déficit de apenas 3.000 euros, inferior al registrado en 2023. De esa cantidad, 6,29 millones (13%) procedieron de donativos, colectas, suscripciones y herencias, mientras que casi 7 millones (14%) llegaron a través de la asignación tributaria del Fondo Común Interdiocesano.

La mayor parte de los recursos se destinan a la red educativa, pastoral y asistencial, que apoyó a más de 150.000 personas en 2024. Los 111 centros asistenciales atendieron a 36.000 personas, incluyendo servicios para mitigar la pobreza, atención a menores, ancianos, personas con discapacidad y mujeres víctimas de violencia. Además, la Iglesia mantiene una presencia educativa con casi 20.000 alumnos en centros religiosos.

Más de 20 millones de euros se dedican a la retribución del personal seglar, y más de dos millones a acciones pastorales y asistenciales. La conservación del patrimonio histórico y la formación de seminaristas suponen también partidas relevantes. En 2024 se celebraron 969 bautizos, 1.330 primeras comuniones, 964 confirmaciones y 251 matrimonios en la diócesis.

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