La Universidad de Burgos (UBU) ha transformado el antiguo Hospital Militar en un modelo de eficiencia energética. Desde 2013, la Junta cedió más de 40.000 metros cuadrados para uso académico. El último proyecto, llamado Ágora, combina energía solar y eólica. Se han instalado placas fotovoltaicas en el aulario 5 y un minimolino eólico en el exterior. Este molino permite recargar vehículos eléctricos y también descargar energía. La electricidad generada se almacena en baterías y se conecta a la red del complejo.
El grupo de investigación Giteca, de la Escuela Politécnica, lidera esta iniciativa. Su objetivo es convertir los edificios en espacios inteligentes y sostenibles. Además de la energía, se ha implementado un sistema que digitaliza los contadores de agua para un control remoto. También se analizan las pérdidas de calor y se monitorean las condiciones del aire.
Este proyecto europeo, iniciado en octubre de 2022, cuenta con un presupuesto de 1,6 millones de euros. La UBU recibió 320.000 euros para su parte técnica. Los resultados de este trabajo servirán como modelo para otros edificios y contribuirán a la investigación científica en el área. José Manuel González, responsable del proyecto, destaca la importancia de estos avances para la comunidad académica.



