En Burgos, el número de concursos de acreedores ha aumentado notablemente. En el primer semestre de este año, se registraron 79 solicitudes, el doble que en el mismo periodo de 2022. De estas, solo diez eran de empresas. La mayoría son de particulares que buscan liberarse de sus deudas.
Luis María Arnaiz, director de Trademat, destaca que la nueva Ley Concursal ha permitido que más familias utilicen este recurso. Esta ley, que se considera un «reinicio financiero», facilita la exoneración de deudas, lo que ha llevado a un incremento del 71% en estos procedimientos.
José María Tapia, magistrado de lo Mercantil, señala que la ley ha sido beneficiosa, permitiendo la exoneración de deudas de hasta 10.000 euros con cada administración. Sin embargo, a nivel europeo no hay límites económicos. Algunas sentencias ya han exonerado deudas superiores a esta cantidad.
A pesar del aumento en los concursos de particulares, los de empresas han disminuido un 37% en la comunidad. El comercio es uno de los sectores más afectados, representando el 26% de los concursos. La hostelería, en cambio, ha perdido peso en estos procesos.
La creciente carga de trabajo en los juzgados ha llevado a la necesidad de más inversión en el sistema judicial. Los magistrados advierten que están desbordados ante el aumento de solicitudes.
