La plaza antigua de Villímar necesita una urgente remodelación. Hace siete años, el Ayuntamiento mejoró varias calles del barrio, pero la plaza quedó olvidada. Ahora, solo se utiliza como aparcamiento y su estado es preocupante. El cemento se deshace y las placas están desajustadas, lo que ha provocado caídas recientes. Mónica Lucía Bratian, dueña de un negocio local, afirma: «No puede estar así. Está totalmente olvidada».
Los vecinos también reclaman la reparación de la acera cercana a los edificios, llena de agujeros. Además, piden mejorar la iluminación, ya que las pocas farolas no iluminan bien el espacio. También sugieren podar los árboles y arreglar la fuente de piedra que adorna la plaza.
Han presentado sus quejas al Servicio de Información y Atención Ciudadana 010, pero no han recibido respuesta. Otro problema es el tráfico en la calle Poza, donde piden la instalación de un badén para reducir la velocidad de los coches. La acera es estrecha y obliga a los peatones a bajar a la calzada, lo que representa un peligro.




